Mucho podría escribirse de Jesús Nazareno, titular de la Cofradía. Se veneró, durante siglos, en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario gozando de una gran devoción popular. Hay datos de su desfile procesional desde los primeros años del siglo XVII, aunque la cofradía había sido fundada en 1597. Es, por consiguiente, la más veterana de la Semana Santa.

La antigua imagen, obra atribuida a José de Mora, fue destruida en 1936 durante la Guerra Civil, y repuesta en 1939 por otra que tallara José Manuel Rodríguez Fernández-Andes, escultor sevillano de corta y prestigiosa trayectoria, y costeada por Francisco Serrano del Mármol, benefactor de la cofradía.

Iconográficamente representa a Cristo camino del Calvario. Siguiendo a Montañés Chiquero, diremos que se muestra con la pierna izquierda ligeramente adelantada y asentada y la derecha con el talón levantado, dando una acusada sensación de movimiento andante. Ligeramente cargado de espaldas, porta la cruz sobre su hombro izquierdo. Presenta su cabeza humillada, levemente inclinada hacia la derecha; la frente, espaciosa y severa; los ojos, doloridos y resignados, la boca y el arco ciliar con una angustia contenida. Sin duda transmite un suave dramatismo y una belleza varonil que conmueve.

Es una imagen para vestir, su cuerpo está abocetado, excepto la cabeza (con cabellera natural), las manos, de gran delicadeza, y los pies, descalzos. Especial mención merece la cruz de plata, del siglo XIX, obra de los plateros González Aguilar y Gómez Gutiérrez.